Es un término general que abarca desde lesiones a tejidos blandos hasta fracturas, daño emocional o moral, daño cerebral y muerte, a causa, por lo menos parcialmente, de la conducta ilícita de otro individuo, grupo o compañía. Los daños personales incluyen aquellos producto de:

 

•   Accidentes provocados por automóviles

•   Accidentes provocados por camiones

•   Accidentes provocados por motocicletas

•   Accidentes aéreos

•   Productos defectuosos

•   Mala práctica médica

•   Caídas por resbalones

•   Mordeduras de perros

•   Agresión con lesiones

•   Homicidio culposo

•   Prácticamente cualquier hecho por el cual una persona podría resultar herida o muerta

 

 

 

Básicamente cubren las lesiones físicas que se producen mientras una persona está trabajando. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en el caso de los daños personales, la indemnización laboral compensa al trabajador por las lesiones aun cuando nadie tenga la culpa de haberlas causado: la única condición es que el daño se haya producido durante el trabajo (y debido al trabajo); de todos modos, una conducta flagrante por parte del empleador puede llegar a justificar una indemnización mayor. Por ejemplo, las lesiones por movimientos repetitivos que aparecen con el tiempo se compensan mediante indemnización, pero normalmente no se consideran un daño personal. El daño psicológico, como el causado por un ambiente de trabajo hostil, es otro tipo de daño que comúnmente merece una indemnización laboral.

 

Una segunda diferencia fundamental entre estos dos tipos de casos es la forma de medir los daños. En el caso de la indemnización laboral, se basa principalmente en la discapacidad, en lugar de los daños físicos y morales. Los daños personales buscan compensar ambos (discapacidad y daño físico y moral) y aun más.

 

(Aviso legal: Presentar una reclamación por indemnización laboral falsa o fraudulenta es un delito grave.)